lunes, 7 de septiembre de 2009

DIARIO DEL VIAJE A KENIA. (extracto).
26 DE JULIO DEL 2009
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A las cuatro ha empezado el safari (Parque Natural de Amboseli). Cuando salimos que poco nos imaginábamos que íbamos a ver la guinda del pastel.
Vimos una aglomeración de microbuses y nos dirigimos hacia allí. Cuando llegamos había una familia de leones, papá, mamá y dos cachorros. Habían cazado un ñu que aún estaba vivo ya que coleaba, el león y la leona estaban tumbados descansando mientras que las crías mordían y jugueteaban con el ñu.
En un momento determinado la leona se levanta y se dirige hacia una manada de ñus y cebras que estaban pastando, ¡no lo podíamos creer!, ¡iba de caza otra vez!, ¡y lo íbamos a ver en directo!.
Cuando la leona empezó a andar hacia la manada, ésta estaba tranquila, el viento lo tenían en contra y no se daban cuenta de lo que les venía encima.
El león también se levantó. En ese momento, John, nuestro guía y conductor, nos dijo que estuviéramos atentos porque empezaba la caza.
El león se acercó a la leona ¡y la montó!, pero ella se apartó inmediatamente y se escondió bajo la seca hierba. En décimas de segundos se lanzó en una rápida carrera y atrapó a una cebra. Se levantó una tremenda polvareda, los otros animales huyeron y el león se echó también sobre la pobre cebra. Los cachorros fueron corriendo hacia el lugar y también participaron en la caza.
Parece ser que cuando los padres cazan dejan que los pequeños rematen a la pieza y de esta forma aprenden a cazar.
¡Fue algo alucinante! Y además toda la acción, que transcurrió en muy pocos minutos lo grabé en video. Es muy difícil ver en acción a una leona cazar y nosotros lo hemos conseguido.
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sábado, 5 de septiembre de 2009

DIARIO DEL VIAJE A KENIA (extracto)
22 DE JULIO DEL 2009

En este parque (Samburu) hemos presenciado algo maravilloso con lo que no contabamos y que nos ha regalado este lugar.
De repente vimos una cebra tumbada, pensamos que estaba descansando, pero no, ¡ estaba pariendo ¡.
Vimos todo el proceso del nacimiento, desde que nació hasta que empezó a andar, fue increible, duró aproximadamente unos 20 o 30 minutos.
Al principio estaba tumbadito con la placenta cubriendole las patas traseras, cabeceaba mucho y movia un poco las patas delanteras. La madre comía su placenta.
Unos metros alejado estaba el macho, completamente absorto en el horizonte, observando y vigilando.
Poco a poco el animal empezó a dar impulsos para ponerse en pie, se le veian unas extremidades muy delgadas y quebradizas.
La frecuencia de los impulsos se iba acortando hasta que llego un momento en que se puso en pie. Hubo un vitoreo general, ya que habia como unos cuatro vehículos presenciandolo.
Durante el nacimiento pasaron a nuestro alrededor familias de monos, gacelas, elefantes, cebras…pero nosotros estabamos unicamente pendientes de nuestra cebra y de su cria.
Sus patas estaban totalmente espatarradas pero se mantenia en equilibrio, de hecho no se cayó ni una sola vez. Grabé sus primeros pasos ante un nuevo vitoreo generalizado.
En pocos minutos andaba al mismo paso que su madre, aunque algo vacilante. El macho se volvió, dejó de mirar al horizonte y se quedó mirandolos sin moverse del sitio, cuando nosotros nos fuimos.
Fue una experiencia inolvidable.
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